Inversores y emisores saben que los bancos centrales no podrán aguantar la presión y se verán obligados a acelerar la retirada de las ayudas para evitar que la inflación se erosione en la recuperación inicial. Con la expectativa de que los días de financiación se contabilicen en mínimos históricos, los emisores están acelerando su salida al mercado. A la actividad normal de las primeras semanas se suma el nerviosismo acerca de cuánto podría aumentar la expansión y la productividad. Esto explica la ola de papel en las últimas semanas. Hasta el pasado, el mercado tuvo que absorber 88.000 millones de euros, un nuevo récord semanal. Esta cantidad supera el máximo hasta la fecha de 82.000 millones registrado en abril de 2020 después de que el BCE desplegara una batería de incentivos para hacer frente a la crisis desatada por la pandemia.
Jesús Sáez, líder de mercado de capitales de Natixis Iberia, destaca que casi la mitad de este volumen corresponde a emisiones de gobiernos y agencias. La semana pasada España, Portugal, Irlanda, Chipre o Israel lanzaron operaciones sindicadas denominadas en euros. Los expertos dicen que hay cierto nerviosismo acerca de cuánto pueden expandirse el diferencial y la producción ahora que la Reserva Federal está a favor de subir las tasas en la reunión de marzo. En Europa, la subida de tipos todavía parece estar lejos de terminar, pero el mercado se prepara para acabar con la compra de deuda.
Junto a los emisores soberanos, destacan los financieros. En las primeras semanas del año, las entidades de la zona del euro están ocupadas vendiendo deuda senior no seleccionada. Si bien las entidades no tienen problemas para obtener liquidez, deben cumplir con los requisitos regulatorios que les obligan a construir una cavidad de endeudamiento capaz de absorber pérdidas, categoría en la que el antepasado no es seleccionado. Asimismo, muchas entidades están aprovechando las buenas condiciones del mercado para refinanciar instrumentos de mayor precio. Además de este formato, Sáez destacó el enfado por emitir bonos garantizados. “En un entorno con resultados rebotadores, las cédulas hipotecarias potencian sus valores relativos frente a su propia soberanía en sus tradicionales”, apunta.
La actividad del mercado no se limita a los emisores soberanos y financieros. Las corporaciones, que suelen tardar unos días más en empezar el año, también han aprovechado el deseo de los inversores de acelerar la captación de fondos. Según datos de Bloomberg, hasta el jueves las empresas han captado más de 31.400 millones de euros, lo que supera lo vendido en el mercado de capitales estadounidense.