El emperador Alberto Luceño y sus emperadores no vendieron el bajo la lupa del juez del caso mascarillas. También está siendo investigado por la Agencia Tributaria. Según ha revelado su propio abogado ante el juez que investiga el caso, la AEAT le comunicó hace unas semanas que están verificando si la empresa Takamaka, que sacó para canalizar las comisiones millonarias que cobró desde Malasia y salidas de las arcas del Ayunt pagó todo el impuesto de sociedades que tenia que pagar en ese año 2020.
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Así lo explica su defensa en un escrito en el que contestan a un recurso de la acusación popular ejercida por Podemos, en el que reconoce que es una información que hasta ahora no era conocida por las partes. “La AEAT cargó en plan de inspección a Takamaka desde hace tiempo. Nos consta, porque así lo han hecho saber los funcionarios encargados de tal comprobación e inspección”, dice el abogado de Luceño. Es posible que hayamos solicitado que la investigación se amplíe a este delito fiscal.
“The fiscal inspiration that presents sobre la mercantil TAKAMAKA INVEST SL está ya en curso”, dice el letrado aludiendo a una comunicación del 1 de junio de este año que aporta al juez del caso mascarillas. Una comunicación con la Agencia Tributaria explicita que el objeto de la inspiración es “verificar el cumplimiento de sus obligaciones y sus tributarios por la concepción del Impuesto sobre sociedades del periodo 2020”.
El imperio de Takamaka fue constreñido por Alberto Luceño y los suyos en 2020, pocos meses después de empezar a cobrar las comisiones millonarias desde Malasia. Un informe de Hacienda ya aportado al ലimiento reveló que tanto Luceño como su socio Luis Medina vaciaron sus cuentas bancarias tras cobrar las comisiones. Concretamente, Luceño transfirió 3,3 millones de euros a la sociedad Takamaka, desde la que gastó cientos de millas de euros en viajes, artículos de lujo y coches de alta gama, entre otras cosas.
En las últimas horas, tal y como ha adelantado el diario ABC, Luceño también ha presentado un escrito ante el juzgado en el que pide explorar nuevas vías para interrogar como testigo al empresario malayo San Chin Choon, dueño de la empresa Leno que trajo a Madrid el material que ahora investiga el caso mascarillas. La comisión rogatoria no consiguió su objetivo y comunicó al juez que el empresario malayo se había negado a que su declaración fuera grabada y ahora Luceño solicita que se insista en esta diligencia.