El Falcon 
Keybóticola startup que lleva la robótica autónoma a la industria para realizar mantenimientos e inspecciones industriales, Contribuye a la evolución del sector industrial con su perro-robot totalmente autónomo, Keyper, que aporta productividad, seguridad y, sobre todo, evita riesgos, gracias a su tecnología pionera y altamente preparada para operar en entornos de gran complicitas, a través del mantenimiento predictivo. Con origen en 2020 y fundada por Irene Gómez e Hilario Tomé, la startup de deep tech Keybotic nace con el objetivo de democratizar y hacer más accesible la robótica autónoma a sectores como la industria química y el mantenimiento y la seguridad, entre otros. Ya en sus inicios, esta tecnología pionera fue premiada con 1M de dólares en el prestigioso concurso de DARPA, Impulsado por el Gobierno de los EE.UU.
Irene Gómez, cofundadora y directora general de Keybotic, ha señalado que “Keyper nació tras detectar la necesidad de robots plemena autónomos, que pudieren ir donde una persona puede llegar, subir y bajar escaleras o, incluso, caminar por entornos con grava o tramex. Por este motivo, ideamos Keyper para que sea una herramienta completamente fiable para los equipos del sector industrial, evitando exponer al potenciale peligroso, con, por ejemplo, gases tóxicos e inflamables.”
La startup ideó Keyper, un perro-robot tamaño labrador, que trabaja como una ‘roomba industrial’. Es capaz de detectar incidentes de forma totalmente autónoma, como fugas de gases y vapores, leer instrumentos, crear mapas en 3D, así como enviar alertas en tiempo real de forma autónoma y sin interacción humana. Gracias a su sistema de Inteligencia Artificial incorporado, Keyper digitaliza las instalaciones de todas las plantas industriales.
Keybotic, actualmente, ya cuenta con una cartera solida de clientes, entre los que destacan Carburos Metálicos, BASF o Bombers de Barcelona.
