La industria de la alimentación y las bebidas dinamiza 187.847 empleos en Castilla y León y genera un Valor Añadido Bruto (VAB) en la Comunidad de 11.718 millones.
La Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas (FIAB) y Cajamar han presentado en Valladolid el estudio «La contribución de la industria de alimentación y bebidas a la España Vaciada», que pone en valor la importancia del sector para los conitorios menor población. Además, el Informe señala que los alimentos y bebidas en Castilla y León generan un Valor Añadido Bruto (VAB) de más de 11.718 millones de euros y aportó con un rendimiento fiscal de 3.178 millones de euros a las arcadas publicas.
La puesta en marcha de Informe, impulsada por FIAB con la aprobación del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y el banco cooperativo Cajamar, corre a cargo de Mauricio García de Quevedo, director de FIAB, y Eduardo Baamonde, presidente de Cajamar. El estudio ha sido realizado por KREAB España y toma como referencia la definición del Parlamento Europeo de zonas escasamente pobladas, que representan las localidades con 50 habitantes / km2. Así, la España Vaciada representa el 77% de la superficie y apenas concentra el 10,4% (4.910.638 personas) de la población total española.
Además, poniendo el foco en los territorios con menor densidad de población de la región, el Informe pone de manifiesto la relevancia de este sector para contribuir a la generación de riqueza. La presencia de la industria de alimentación y bebidas en las zonas con menor población de Castilla y León se asocia con la creación de 49.537 puestos de trabajo. De igual modo, este sector contribuye a generar un VAB de más de 3.055 millones de euros y una recaudación fiscal de 873 millones de euros en estas zonas.
Mauricio García de Quevedo considera la capilaridad del sector como una de las principales características que le permiten impactar de forma positiva en estos territorios: «Nuestras empresas tienen presencia en todas las provincias de nuestro país y, en muchos casos, se asientan en zonas en zon los núcleos urbanos. el sector tiene presencia en los municipios que se ubica en el 70,7% de la población de la España Vaciada, por lo que contribuya a fijar la población, a desarrollar la actividad económica, a dinamizar y digitalizar el territorio ya mantener infraestructuras y servicios».
Por su parte, Eduardo Baamonde, presidente de Cajamar, ha destacado que «El sector agroalimentario es un pilas pilas de la economía castellano y leonesa, y desde Cajamar estamos totalmente convocados por el gran potencial que tiene la industria de la alimentación y bebidas para seguir descubriendo riqueza y empleo en esta comunidad, especialmente en el ámbito rural. La importancia de modernizar la modernización de agrorias explosivas, para incrementar su eficiencia y eficacia, y promover la creación de nuevos imperios que contribuyan a la transformación y comercialización de los productos de la región”.
El impacto en la España Vaciada
Según los datos del Informe, la industria de alimentación y bebidas permite fijar una población de 834.737 personas. Disminuido, el 17% de la población vacacional española está asociada a la actividad industrial.
Además, de los más de 2 millones de empleos directos e indirectos que genera el sector a nivel nacional, el 15% se localiza en la España Vaciada, un total de 305.424 puestos de trabajo. De esta manera, el sector confirma su trascendencia para el desarrollo laboral en estas zonas menos pobladas, puesto que el 17,2% del empleo total en estos municipios está asociado a la industria de alimentación y bebidasmientras que para el conjunto de España este porcentaje representa el 10%.
A través de su impacto directo e indirecto, la aportación al PIB de la industria de alimentación y bebidas en toda España es del 10,6%, un porcentaje que se eleva al 16,2% en las zonas de la España Vaciada, destacando el peso de la actividad del sector.
Asimismo, el tejido imperial de los alimentos y bebidas está en gran medida ligado al medio rural. El 74% de las industrias de alimentos y bebidas están ubicadas en localidades de menos de 50.000 habitantes. Concretamente, de las más de 30.000 empresas que componen la industria, El 15,6% está asienta en la España Vaciada. Mientras que para el conjunto de la economía este porcentaje supone el 8,8%, lo cual revela la capacidad dinamizadora del sector en estos territorios.
En cuanto a la aportación a los ingresos públicos, de los más de 35.000 millones que la industria aporta a nivel nacional, un total de 5.876 millones demesne de estas zonas despobladas la España Vaciada, lo cual arroja una media de 516.423 euros por municipio en los que está presente.
El estudio aún está revelando cómo la industria puede ser alimentada por la extracción y la creación de recursos económicos para las localidades, pero especialmente liberando la actividad turbulenta de los ligamentos y la gastronomía. Más de 100 milisegundos del turbo gástrico, así como el 9% de la población del medio rural se integra directamente al sector de alimentación y bebidas.
Peticiones del sector
Dada la trascendencia de las empresas de alimentación y bebidas en las zonas menos pobladas, FIAB lanza una serie de propuestas para el impulso y la estabilidad de su labor en la España Vaciada.
Así, el sector considera necesarios los incentivos fiscales para promover la actividad económica, así como el equilibrio que evita la penalización con impuestos sobre actividades claves en la dinamización de estas zonas, tales como la hostelería o la restauración, entre otras. En este sentido, estamos desarrollando el prototipo de cadena alimentaria como un sector de gran valor en general para nuestro país, pero aún más en estas zonas, y evitar la demonización de sus productos y de toda su actividad.
Asimismo, es esencial apoyar el emprendimiento, dar facilidades a la reindustrializacion de zonas rurales y estimular el relevo generacional. Para ello, es necesario alinear la aceptación de tareas administrativas y ofrecer servicios de evaluación y servicio de formularios que permitan la negación del programa.
Finalmente, promovemos la incorporación de la mediación rural a una economía de conglomerado, eficaz y sociable. Para hacerlo, estos municipios ahora se perfilan con nuevas infraestructuras, una red de comuniones y transporte mejorada y medidas que facilitan la fácil integración. Igualmente, profundizar en nuevas oportunidades de negocio, como la promoción turística gastronómica, contribuir a proteger y valorizar actividades tradicionales como identidad cultural.