El Mobile World Congress (MWC) es, ante todo, una gran oportunidad para hacer negocios. De este congreso, el más importante que se celebra en Barcelona, se beneficia la economía de la ciudad y las empresas que se dan cita durante cuatro días. Este año se espera la participación de los principales ejecutivos de las empresas, y con ellos las oportunidades de negocio, luego de dos años marcados por la pandemia, solo se hacen eco algunos congresistas de alto nivel. El pistoletazo de salida se ha dado este domingo con la cena inaugural, que ha presidido el rey Felipe VI, al que no han recibido ni el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ni la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que, sin embargo , ella ha acudido a la cena. En su intervención en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), el Rey se refirió a la guerra de Ucrania, iniciada hace un año: “Justo cuando inauguramos el MWC, Rusia iniciaba su nueva fase devastadora de agresión contra Ucrania. Estamos al lado del pueblo ucranio y lo apoyamos en su legítima defensa, en su libertad y en su integrita territorial”.
En las últimas ediciones, el MWC recibió un número reducido de visitantes debido a las restricciones sanitarias, especialmente las internacionales, pero el congreso logró mantener una imagen de dinamismo gracias a la presencia de empresarios del salón 4YFN, que se celebró dentro del MWC ( como volvera a pasar este año, con 556 Inauguración expositoras), y gracias a los asistentes locales (muchos jóvenes estudiantes) que se beneficiaron de la iniciativa de los organizadores de poner a la venta entradas más baratas para atraer público. Aunque todavía hay tiempo para que el congreso congregue a grandes estrellas del sector tecnológico mundial, en esta edición se prevé dejar atrás la pandemia y potenciar la participación de los altos directivos: “Buscamos la calidad antes que la cantidad”, explican los organizadores a las puertas de un congreso que espera reunir a 80.000 personas, y que empezará este lunes y se alargará hasta el jueves.
Del total de asistentes, si la mitad de ellos, según la organización, son cargos ejecutivos, y este año el MWC aún no contará con la participación de la mayoría de participantes de origen asiático, ya que países como China aún no lo han hecho. alcanzó hace poco que las restricciones por la pandemia se han levantado. Si 2.000 empresas contarán con stands para exponer sus productos y propuestas, y de ellas que contarán con más espacio serán Ericsson, Deutsche Telekom, Huawei, Intel, Lenovo, Nokia, Qualcomm, Samsung, Telefónica y ZTE. Entre los principales ponentes del congreso destacan Vincent Clerc, consejero delegado de Moller-Maersk, Tim Hoettges, consejero delegado de Deutsche Telekom, o Börge Ekholm, presidente y consejero delegado de Ericsson. Pero también fuera de los focos, en los puestos de dispositivo y en las salas de reuniones, la presencia de altos ejecutivos será más importante que en los últimos años. “Nosotros no presentaremos nada, lo importante es estar ahí y hacer negocios”, destaca el portavoz de una empresa cotizada en España, que ha participado en el Mobile Lunch.
En este almuerzo, organizado por la fundación Mobile World Capital, se han encontrado políticos y empresarios catalanes e internacionales, en el espacio Palo Alto del barrio de Poblenou de Barcelona. “Desde que llegó el MWC, hace 18 años, la transformación de Barcelona ha sido espectacular, y el congreso ha sido el detonante”, ha dicho el presidente de la fundación, Francesc Fajula. A la reunión asistieron el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, la secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carme Artigas, y la teniente de alcaldía de Barcelona Laia Bonet. John Hoffman, el director de la GSMA, la patronal de mobiles organizadora del MWC, ha llegado tarde al almuerzo —estaba en la junta anual de la GSMA—. Después ha asistido a la cita oficial con la cena inaugural del congreso, a la que ha accudido el Rey. Aragonès y Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, no participaron en la recepción oficial de Felipe VI, como sí hizo en las últimas reuniones, pero sí presidente sí que lo ha saludado brevemento durante el cóctel previo a la cena, en la que se han sentado uno frente al otro. En la calle, un centenar de manifestantes independientes de la ANC protestaron contra la presencia del Rey.
En la cena también participó el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien destacó el acercamiento a la Generalitat a lo largo de los años del proceso independentista. «Hagámoslo desde el valor de la convivencia y desde la voluntad compartida de seguir avanzando. Para eso sirve la política”, dijo. Colau, por su parte, aprovechó su discurso de alcaldesa ante instituciones y empresarios para pedir al presidente que regule los precios del alquiler en la ley de vivienda que se negocia en el Congreso: «Pensarán que este no es el espacio para pedirlo, pero los precios del alquiler suben y suben de forma descontrolada, y esto impide que los jóvenes puedan quedarse en las ciudades. Le pido por favor, ahora que estamos a final de mandato, que cumpla con los compromisos”.
En su discurso, el Rey habló en inglés, pero durante unos minutos lo hizo en catalán con esta intervención: «Hace ya 11 años que os compaño [en la inauguración del MWC], cosa que me honra profundamente, y, por supuesto, siempre es un placer poder encontraros de nuevo aquí, en Barcelona, ciudad cosmopolita, a la vanguardia de la innovación”. El monarca también recordó que en 2009 entregó un premio Príncipe de Asturias a Martin Cooper, que realizó la primera llamada con un teléfono móvil y que estará presente en el congreso: «En el nuevo mundo al que nos enfrentamos, la conectividad móvil sigue siendo un forma vital de apoyo social”.
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