En medio de la peor espiral inflacionaria en cuatro décadas y con el ruido de fondo de las exigencias del gobierno a las empresas privadas de elevar sus ofertas salariales en la negociación colectiva, si 100.000 trabajadores de las empresas públicas estatales siguen esperando el aumento salarial del 2% que corresponde a la aprobación que ronda hace un año en los Presupuestos Generales del Estado para 2022. Las empresas emblemáticas del tejido empresarial público como Renfe, Correos, Aena, Paradores o Navantia sobreviven al golpe de la inflación con las mismas nóminas del año pasado a la espera de que se debloquee la congelación ‘de facto’ a la que se ha condenado a sus salarios a tres meses del fin del año. La lista es más larga e incluye también a Puertos del Estado, Isdefe, Fundae, Enusa o Enresa. La situación ha llevado al sindicato CSIF a remitir una carta al Ministerio de Hacienda exigiendo el desbloqueo de la negociación salarial para evitar que se investigue el problema. No es la primera vez que sucede y hay precedentes inquietantes. Un caso es el de Paradores, qué trabajadores a día de ayer aún no habien ingresado la subida salaria del 0,9% correspondiente a 2021, según confirman fuentes del sindicato. «El asunto se tiene que solusionantes antes de que acabe 2022 y hay que poner sobre la mesa la pérdida de poder adquisitivo a la que esta situación nos está condenando», señala una fuente del área Pública de CSIF. El problema afecta a una parte importante de la red de empresas públicas propiedad del Estado pero la casuística es diversa. Algunas empresas estatales, como Renfe o Navantia, aseguran que la subida se debe a la renovación del convenio colectivo, que vence en 2021; otros como Correos dicen estar pendientes de un acuerdo con los representantes de los trabajadores; en otros casos se dice que los sindicatos planteban subidas salariales más importantes. Un embrollo por resolver La legislación obliga a las empresas estatales a sujetarse a la subida general establecida en los Presupuestos del Estado, que para 2022 fue del 2%, pero en el caso de las empresas públicas esa subida afecta a la masa salarial y se puede distribuir de forma no lineal en función de los acuerdos a los que se lleguen con los representantes de los trabajadores. A este cuadro hay que adder que las empresas públicas deben cumplir también con los parámetros para la negociación salarial que se dañaron a las empresas del Estado desde el Ministerio de Hacienda y que en algunos casos han hecho que los acuerdos entre empresas públicas y sindicatos han sido bloqueados por ir más allá de lo que permitía Hacienda. De hecho, varias fuentes consultadas remitían al Ministerio a la hora de buscar una explicación de por qué no se había aplicado la subida de 2022. «Queremos salarios dignos» Fuentes de Hacienda asegura que el estudio de los convenios por parte de Hacienda es un procedimiento reglado y que no hay mayor misterio que cumple los presupuestos. Mientras tanto, 100.000 trabajadores esparan su subida salarial de este año.
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Las empresas públicas del Estado regatean la subida salarial de 2022 a mas de 100.000 empleados
