El presidente de México vuelve a la carga contra las empresas españolas. En esta ocasión, Andrés Manuel López Obrador habló de las empresas privadas que «han hecho negocios sucios con energías limpias», en referencia concreta a la Iberdrola española. No es la primera vez que el presidente de México acusa de “promiscuidad económica en sintonía con administraciones anteriores” a los energéticos de nuestro país. El pasado mes de febrero, cuando anunció el cese de las relaciones bilaterales con España -declaraciones que provocaron un conflicto diplomático que los empresarios españoles citaron para este diario como un «perfecto distractor»-, aseguró que «México se está llevando la peor parte»» con la conquista acaecida hace más de 500 años siempre en el horizonte. Más tarde declaró que en concreto las energeticas españolas «saquean el país impunemente». La empresa española Iberdrola es la mayor generadora privada de energía del país, aportando el 20% de la electricidad que se consume en suelo mesoamericano, unos megavatios de los que López Obrador prefiere renunciar: «¿Saben qué? Los mandamos al carajo», expresó. Uno de los pilares de su conocido plan ideológico, llamado la Cuarta Transformación, pasa por que el Estado Mexicano se carga de la generación de energía que dicta los precios. A estas gruesas declaraciones se unía la gobernadora del Estado mexicano de Campeche, Layda Sansores, que aludía a la empresa de Bilbao en un encuentro con jóvenes a los que se entregaban computadoras: «Para los que trabajan para los Iberdrolas y trabajan para su chingada madre , que se vayan, esta no es su tierra». Añadió: «Se quedan con lo mejor del pastel». Para latermente marcar a los legisladores como «traidores a la patria» por no otorgar su voto a la ansiada reforma energética del presidente mexicano. No obstante, otras empresas más allá de Iberdrola también han estado en la diana del dirigente del país. El político tabasqueño ha cargado en el pasado, entre otros, contra Repsol, OHL y BBVA. Este último se trata, incluso de uno de los líderes del sistema financiero del territorio americano. La banca, en el punto de mira Sin embargo, Iberdrola no ha sido la única empresa española que se ha opuesto a sus arremetidas. El político tabasqueño llegó a afirmar que Repsol, y también la constructora OHL, «hacían su agosto», al ser «las favoritas» durante los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Un triunvirato populista de acusaciones en las que aprovecha para apuntar a los gobiernos anteriores y al «invasor abusador» que juntos provocan la inexplicable pobreza que sufre la población. Hace menos de un mes, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), promovida por los gobiernos de izquierdas latinoamericanos, proyectó el aumento de la pobreza en 2,3 puntos centuales debido a la inflación y al reducido crecimiento económico. En el momento de cortar relaciones, la dirigente mexicana aseguró que OHL «era la empresa favorita en el sexenio pasado», aunque aseguró que ahora «ya no se va a quear a México impunemente». Además, los bancos forman parte de su lista negra con comentarios con el BBVA, en el centro del Diana, cuya imponente sede en Paseo de la Reforma es la torre más alta del país y fue nombrada por The Banker como el mejor banco en México en 2021. MÁS INFORMACIÓN La amenaza intervencionista liquida la transición energética en México El único que se salva del fuego es el Banco Santander que a través de visitas puntuales como el almuerzo de Ana Botín con López Obrador en marzo reafirmaron su compromiso con el suelo mesoamericano mediante el anuncio de un plan de recompra del 8,3% de las acciones de su filial en el país por 550 millones de euros. El presidente, también de origen cántabro, tildó la comida de «muy productiva». Aunque hace menos de un mes el banco se desprende de la contienda para comprar Banamex México tras presentar una oferta de compra no vinculante.