España y Marruecos soldaron este lunes en Madrid su alianza política y empresarial para aumentar las inversiones de las empresas que quieran cruzar el Estrecho en uno u otro sentido. Una delegación del país alauita, compuesta por representantes del Gobierno y líderes de organizaciones empresariales, visitó la CEOE para destacar el momento de «amistad» y «buena vecindad» entre ambos países. La nació vecina ofreció a las empresas españolas una carta de inversiones con oportunidades en el horizonte y un atractivo marco fiscal.
El encuentro empresarial dirigido por el título «invertir en Marruecos por una prosperidad común», lo que ofrece una idea del objetivo del mismo. Lo que hace varios meses era impensable se ha convertido ahora, tras el giro político del Gobierno, en un plan económico compartido por «dos socios estratégicos», tal y como standaron representantes de uno y otro país. Para España, Marruecos es un lugar donde pueden desembarcar más inversiones. Acciona, por ejemplo, se encuentra enmersa en la pugna por una gran desaladora en Tanger. Y para Marruecos, una relación fluida con España puede ser la puerta de entrada a sus empresas en Europa y Latinoamérica.
Entre las ventajas económicas que ofrece Marruecos a las empresas españolas se encuentra la repatriación gratuita de los beneficios, la ausencia de restricciones de capital a los no residentes, cincuenta acuerdos de no doble imposición, incentivos gubernamentales a la contratación e innovación, cinco años de exención fiscal para inversiones en zonas de aceleración industrial y, luego, un pago del 20% de los impuestos durante los siguientes 20 años, un IVA del 0% en esos polos y una exención ilimitada de derechos de aduana. Es decir, Marruecos quiere dar un impulso a esos focos industriales. Una de ellas es Casablanca Finance City, que aspira a convertirse en la principal ciudad financiera del norte de África y donde, entre otros, ha desembarcado el Banco de China.
En el encuentro, celebrado en la sede de la patronal en Madrid, participaron el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi; el ministro de Industria, Héctor Gómez; la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez; así como directivos de empresas españolas ya installadas en Marruecos que relataron la experiencia positiva de sus inversiones. Intervino, por ejemplo, María Helena Antolín, del Grupo Antolín, que lleva desde 2005 fabricando piezas para el automóvil en Marruecos; o Jorge Cosmen, presidente de Alsa, quien destacó la importancia de «mantener el diálogo» con el país vecino. “El Marruecos de hace 25 años no se parece en nada al de hoy”, destacó. Alsa opera en seis ciudades del país vecino y tiene la intención de seguir creciendo.
El presidente de Balearia, Adolfo Utor, remarcó, por su parte, que el Gobierno marroquí debe garantizar la libre competencia y «huir de las pretensiones proteccionistas», si quiere recibir más inversiones. La naviera tiene un ambicioso plan de inversiones en el país, pero sí que puso deberes a las autoridades locales.
Adolfo Utor
El presidente de Balearia pidió garantizar la libre competencia y menos protección
Marruecos es el primer socio comercial de España y África. En 2022 el intercambio alcanzó casi los 20.000 millones. Hay 17.000 empresas españolas que exportan a países del sur y sólo 1.000 con procesos industriales en suelo africano. Si de 200 vuelos semanales. Y apenas 14 kilómetros de distancia, según destacó la embajadora en Madrid, Karima Benyaich. Las relaciones ya están normalizadas.
Uno de los protagonistas del acto fue Mohamed VI, el nombre más citado por los representantes políticos y empresariales de Marruecos. “Como representante del rey, me complace destacar el interés de las relaciones comerciales”, destacó el mismo embajador. Estos avances son posibles «gracias a su majestad, que lanzaron un nuevo modelo de desarrollo», destacó, por su parte, Ali Seddiki, director general de la agencia de desarrollo de inversiones marroquí. La relación entre ambas casas reales también se puso en valor durante el encuentro.
Marruecos quiere abrir la puerta a más inversiones de todos los sectores. Automóvil, textil, turismo, energías renovables, tratamiento de aguas, química… En este sentido Garamendi resaltó el apoyo de la CEOE al Cemaes, una organización empresarial conjunta. La secretaria de Estado de Comercio, por su parte, ofreció la oficina comercial de España en Rabat como punto de apoyo para los empresarios morroquíes. Es la plasmación económica de la recomposición de relaciones.