En el mundo musical de Barcelona, Microfusa se ha consolidado como una de las empresas referentes en distribución de productos musicales y formación de talento especializado.
La compañía fue fundada en 1987 por Ignasi Benavent, un aficionado a la música que inició su propio negocio tras renunciar a la obligación de hacer negocios. «Atravesé una revolución vital y decidí montar una pequeña escuela de nuevas tecnologías musicales. Con subvenciones municipales y convenios con el Taller de Músics, el negocio despegó y se abrió a la distribución de instrumentos y tecnología para el alcalde y el menor”, explica el propietario, que inició la aventura con un socio que se separó unos años después. .
Fundada en 1987, la firma barcelonesa busca 3 millones para crecer en Europa y entrar en la FP regulada
Durante los últimos 35 años, Microfusa ha abierto dos escuelas y dos tiendas en Barcelona y Madrid, y también ha conseguido distribuir a todos los mercados de España y Portugal. El negocio se articula a través de empresas independientes, sin estar controlado por una matriz. A nivel global, el conjunto de actividades logró unos ingresos de 17,5 millones de euros en 2021 y este año se prevé que alcance los 19 millones de euros, con una plantilla de más de medio centenar de personas.
Benavent comenta que buena parte de los ingresos (11 millones) proceden de Zentralmedia, una empresa independiente especializada en la distribución de instrumentos y productos tecnológicos a pequeñas empresas y profesionales. «Tenemos un catálogo de 40.000 referencias, desde altavoces, tablas de producción para profesionales, micrófonos, teclados o guitarras», señaló.
En cuanto al negocio formativo, la compañía imparte cursos privados para técnicos de sonido, djs y productores musicales. Colabora con universidades británicas y tiene alrededor de 300 alumnos al año.
Además, Benavent ha adquirido recientemente Free AudioLibrary, una plataforma que ofrece al usuario un catálogo musical que puede ser utilizado con fines productivos. Benavent contó que adquirió el negocio por 50.000 euros a su fundador, el saxofonista Jordi Nicolau.
En los próximos años, Microfusa quiere expandirse hacia el centro de Europa y obtener también la autorización para ofrecer títulos de FP regulados. «Para conseguirlo, necesitamos al menos 3 millones de euros de financiación. Estamos abiertos a la entrada de un nuevo socio”, explicó Benavent, accionista mayoritario de todas las empresas, mientras que algunos trabajadores posen capital de forma minoritaria.