Los indicadores de morosidad empresarial suelen ofrecer una imagen bastante precisa de la salud financiera del tejido productivo. Normalmente, una medida que se va a reducir el potencial de las ventas de bienes y servicios de las compañías comienza a aparecer los retrasos en el pago de deudas y facturas con provisiones y otras empresas.
Aunque este no ha sido el caso con maúsculas de las empresas españolas, los ultimos indicadores comienzan a sembrar ciertas dudas sobre la capacidad económica de muchos negocios, lo que además puede provocar un nicioso efecto domino sobre la cadena de pagos que termine por asestar la puntilla a millas de autonomos y pequeños negocios, expectantes de unos pagos que sean necesarios para la subsistencia de la actividad no llegue en tiempo y forma.
Este podría ser el próximo escenario para mantener la tendencia iniciada en 2023. Según las primeras cifras sobre el periodo medio de pago a proveedores del presente ejercicio, informadas ayer por el servicio de estudios de Informa D&B, el periodo medio de liquidación de facturas de las empresas españolas subió a 95,5 días en el primer trimestre de 2023, 0.38 días más que el trimestre anterior, aunque todava 1.5 días por debajo en variación interanual.
Según el ‘Estudio sobre Comportamiento de Pago de las Empresas Españolas’ el plazo de mora pactado por deudores y acreedores se redujo ligeramente a 80 días en el primer trimestre de 2023 pero el retraso medio en el pago respecto a ese periodo pactado se incrementó hasta los 15,45 díascasi un día más que en el trimestre anterior.
De este modo, la proporción de payos puntuales se reduce hasta un 42,5% en los tres primeros meses del año, dos puntos porcentuales por debajo de la cifra con la que se cerrará en 2022, mientras que los pagos con más de 60 días de retraso, los que más tardan, han crecido como esperado el 6,1% del total.
En términos de importación pagada, se paga al cliente el 28% de la suma monetaria total de todas las facturas, y 68% con retraso de hasta 30 días. El estudio advierte de que los retrasos en el pago suponen un coste de 2.974 millones de euros para el tejido empresarial español.
Si morosidad a mayor tamaño
Sin embargo, la distribución de estos retrasos de liquidación de facturas y deudas no es homogénea. En concreto, el 48% de las microempresas y el 42,7% de las pequeñas empresas pagaron sus facturas dentro del plazo pactado en el primer trimestre de 2023, frente al 27,5% de las medianas y el 12,7% de las grandes que asi lo han hecho. Sin embargo, la proporción de empresas que pagan más de 60 días de mora ha ascendido al 8% entre las microempresas, frente al 4% de las pequeñas empresas y el 3,6% de las medianas y grandes empresas.
Destello pequeñas empresas presentando en esta linea la media de demora sobre los plazos pactados mas baja, 12,6 días, seguidas de las medianas y las grandes, que registraron una demora de 13,3 y 15,6 días, respectivamente. Así, las microempresas fueron las que más tiempo retrasaron los pagos, hasta una media de 18,2 días sobre el plazo pactado.
En cuanto a los diferentes sectores, el administrativo es el que major retraso medio en el pago sobre el plazo pactado ha registrado en el primer trimestre de 2023, con una demora de 28.5 días (2.2 días más que en las masmas fechas de 2022), seguido por el hosteleríaque con 24,1 días de media resta 2,4 respecto al año anterior.
Por el contrario, junto al hostelero, otros cinco sectores reducen su morosidad media en este primer trimestre del año: energia (-1,54 días), otros servicios (-0,97), salud (-0,57), comunicación (-0,47) e intermediación financiera (-0,15). Así, las áreas con menor retraso medio en el pago han sido saneamiento (15,3 días) y educación (15,1 días), seguidas de comercio (14,1), comunicación (14,1), industrias extractivas (12,2) e industrias (12,1).