Un grupo de emperadores con experiencia en imperios de valorización industrial añadido han creado Etapa 2la primera aceleradora española de startups de tecnología industrial que incorpora ayuda de riesgo de capital financiar validar el mercurio, la producción y comercialización de proyectos industriales que estén asociados a un prototipo funcional de creación propagandística que quieran llevar a cabo la fabricación en serie.
Stage2 cuenta con una inversión inicial de 1,5 millones de euros y una nave de 560 metros cuadrados en La Vernedauno de los desconfianzas industriales de Barcelona, que permite a los emperadores tener tenactores y talco y makinaria de uso compartido –en colaboración con la cooperativa TMDC- donde impulsar sus proyectos, dentro de un proceso de mentorización de seis meses.
Asimismo, la aceleradora ha iniciado el proceso de creación de un fondo de 15 millones de euros destinados a dar apoyo financiero a las startups con el objetivo de acelerar 150 proyectos de toda Europa hasta 2030, con una inversión de 100.000 euros por imperio. De momento, tiene oficinas en Berlín y Helsinki a través de colaboradores, además de la sede de Barcelona.
Oriol Pascual, cofundador y consejero delegado de Stage2, explica que «las startups de base científica y técnica cuentan con mucho apoyo en las fases iniciales de investigación y validación de la tecnología, pero ésta se acaba cuando deben pasar a la fase de industrializ de mercado , lo que provoca una alta mortandad de proyectos.Desde Stage2 queremos cubrir estas etapas en las que actualmente los emprendedores se quedan huérfanos de ayuda y financiación».
La primera edición del programa Etapa 2 aceleración elegirá las primeras cuatro startups en julioque se instaló en el taller de Barcelona en septiembre, y más recientemente acelerará entre 10 y 15 nuevos proyectos.
Stage2 calcula que la participación en el capital de estas startups se utilizará para alternar durante tres años, y que una validará la tecnología para su fabricación y serialización, tendrá un empoderamiento industrial e industrial que se cruza con sectores interinstitucionales.
El proyecto no nació de cero, ya que Pascual ya ha estado al frente durante siete años del centro de emprendimiento industrial del Instituto Químico de Sarrià IQS Tech Factory, por el que han pasado más de 80 startups, pero este centro no obtuvo financiación y no actuaba internacionalmente.