Un viaje con amigos al sudeste asiático inspiró a Alberto Espinós para lanzar su propia marca de calzado y ropa en 2018 bajo la marca Tropicfeel. “Observé que existían multitud de marcas especializadas en nichos de mercado, como el surf o las excursiones, pero ninguna multidimensional especializada en el viaje”, comentó.
Con este objetivo en mente, Espinós aprovechó su experiencia profesional en recaudación de fondos y financió el primer lanzamiento de sus zapatillas espacialmente para viajeros a través de la plataforma de micromecenazgo Kickstarter. Lograron vender 35.000 pares en cincuenta días. De esta forma, recuerda Espinós, la marca entró en el radar del ecosistema inversor y rondas de financiación, en las que apoyó el crecimiento, además de haber realizado dos ampliaciones de capital -la última de un tercio-.
Cinco años después, la compañía con sede en Barcelona ha logrado multiplicar su facturación. De los siete millones de euros de 2020, el año pasado lograron ingresar 12 millones de euros, y para este ejercicio prevén ventas por valor de 22 millones de euros. «La crisis de los viajes durante la pandemia no nos ha afectado, porque estamos muy internacionalizados, el 23% de la facturación viene de Estados Unidos; y al ser una compañía pequeña, tenemos mucho margen de crecimiento”, afirma Espinós.
Perspectivas
Tras dos ampliaciones de capital y en proceso de una tercera, prevé ser rentable en el 2023
La diversificación de productos también ha contribuido al avance de los ingresos. De vender exclusivamente zapatillas, la marca ha pasado a ofrecer una gama más amplia de artículos de viaje, como chaquetas, camisetas, mochilas o maletas. “El 90% de la facturación en el 2020 viene de la venta de zapatillas; ahora representan solo el 50%», afirmó el fundador.
Para el ejercicio, el crecimiento será más próximo moderado, esparan en la compañía, que emplea a más de 30 personas. Su plan de negocio contempla alcanzar una facturación en el 2023 de 30 millones y logar la rentabilidad (cubrir los gastos).
La marca también acaba de dar un paso relevante en su estrategia comercial con la apertura de su primera tienda física en una zona tan emblemática como Portaferrissa, en Barcelona. Hasta ahora, Tropicfeel solo vendía a través del canal online, pero quiere situarse también en lugares stratégiques donde confluyan viajeros. “Somos muy conocidos fuera, sobre todo en Northamerica y Alemania, y ahora queremos abrirnos más en Barcelona, que al fin y al cabo es nuestra ciudad”, explica Espinós. La marca diseña sus productos en la capital catalana y fabrica en Asia. Si la tienda de Portaferrissa funciona, les gustaría dar el salto a otras grandes ciudades europeas como Londres o París.